viernes, 22 de diciembre de 2017

Repostería integral

Hola lectores/as. Hoy os voy a hablar de la repostería integral.
Repostería integral: ¿Quién dijo que el dulce engorda?
Cocer dulces ricos y sanos es muy fácil. El secreto está en saber sustituir aquellos ingredientes que nos perjudican por otros más saludables, sin perder la escena de la repostería.
Mezclar con harinas integrales y aceites vegetales, endulzar naturalmente con miel y decorar frutas secas son algunos de los trucos que se utilizan para preparar dulces caseros integrales.
Hasta las recetas más antiguas puede ser modificadas de manera muy sutil para hacer de ellas apetitosas alternativas al momento al postre. Lo esencial es saber sustituir los ingredientes que perjudican a nuestro organismo por otros más sanos, sin perder el sabor que buscamos en cada bocado.
Rescatar la receta de la abuela
Muchas veces no queremos hacer la receta de la abuela por la alta cantidad de grasa o de azúcar que tienen. Debemos tomar en cuenta que la repostería requiere cierta cantidad de grasa y de azúcar al hornear, por ejemplo, al reducir la grasa, la estructura y la textura de la repostería cambia. Pero hay formas de disfrutar de los dulces tradicionales de manera más saludable.
Veamos algunos trucos caseros para cambiar las recetas sin perder el buen sabor y textura:
Para asegurarse de obtener un buen resultado al reducir el azúcar en pasteles y galletas, se aconseja usar por lo menos 1/2 taza de azúcar por cada taza de harina que pida la receta.
Si la receta con menos azúcar resulta falta de sabor, se puede agregar extracto de vainilla o de menta, o de canela para realzar el sabor dulce. Para reducir el colesterol, sustituir dos claras de huevo por cada huevo que pida la receta. Si la receta incluye poca grasa de otras fuentes, sustituir un huevo con una clara de huevo y dos cucharaditas de aceite para evitar que lo que se hornee tenga una consistencia como de hule.
Por cada cucharada de grasa sólida, manteca (mantequilla) o margarina, se puede sustituir por 1/2 cucharada de algún aceite.
En pasteles, muffins o brownies se puede sustituir por lo menos la mitad del aceite, margarina o mantequilla que pida la receta por una cantidad igual de puré de manzana, bananas (plátanos) hechos puré u otra fruta hecha puré.
Masas que no engordan.
Aunque pueda resultar más costoso, es mejor consumir postres con harinas integrales que con harina blanca refinada. Las harinas integrales aportan vitaminas importantes con la E y las del grupo B.
A continuación algunos consejos para preparar tortas o bizcochos de buen sabor y que no perjudican nuestro régimen integral:
Es preferible trabajar con azúcar integral que con miel, puesto que el azúcar otorga una mayor consistencia al producto final. No obstante, se puede reducir la cantidad de azúcar y añadir este producto de la colmena tan sano y con tantas virtudes terapéuticas.
Para facilitar el amasado, es importante que todos los ingredientes con los que se mezcle estén a temperatura ambiente para que la masa resulte homogénea.
Añadir limón, canela o jengibre como productos aromatizantes resulta muy acertado al momento de elaborar un bizcocho. Se pueden añadir a las claras de huevos batidas y es importante que estén finamente molidos para evitar la formación de grumos.
El uso de la harina integral en repostería asegura la ingestión de productos sanos y sustancias nutritivas que no sobrecargan el organismo, por lo que no representan una amenaza para el peso ideal de cada persona.
El secreto de los ingredientes.
Los ingredientes para la repostería integral pueden ser tan apetecibles como aquellos "prohibidos" que nos hacen aumentar de peso. El truco, como ya lo hemos dicho, está en la correcta sustitución.
Existe una gran variedad de ingredientes que podemos usar. Algunos de los más importantes para realizar postres sanos y sabrosos son:
 Nueces: son ricas en potasio, fósforo y vitamina E.
Agar-agar: sustitutivo natural de la gelatina.
Avellanas: alto contenido en potasio y vitamina E.
Tofu: producto de soja, suave y altamente digestivo.
Copos de avena: proporcionan fibra, potasio y fósforo.
Anís: ligero sabor amargo.
Nuez moscada: aroma suave y tierno.
Vainilla: versátil, dulce y muy usada en la repostería.
Cacao y chocolate de algarroba: chocolate amargo sin abuso de calorías.
Almendras: contienen potasio y vitaminas A y E.
Canela: sabor dulce y muy suave.
Sésamo: rico en calcio y fósforo.
Jengibre: intenso aroma que apetece.
Huevos: fuente rica en minerales. En las recetas se utilizan tamaño medio.
Clavo molido: una de las especies más antiguas y ricas.
Yogur: fuente de minerales y vitamina A.
Pimienta de Jamaica: Sabor dulce y aroma intenso.
Requesón: queso tierno con importantes cualidades nutritivas.
Maleza: edulcorante de consistencia espesa.
Sal marina: es rica en yodo.

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